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Crónica del paso del tiempo

Ruta del Río Chico por Ohanes, Almería.

Me abruma de forma abismal el que desaparezca la memoria y el recuerdo de quienes de forma tenaz lucharon por ver crecer los frutos de sus tierras y el calor de sus hogares para las posteriores generaciones, y aún así, después del desmesurado esfuerzo, la prole sucesiva, deja a merced del destino el distintivo de su identidad…

Los ríos ya no llevan agua, sólo queda entre la maleza, pequeños regueros que arrastran entre los guijaros, las remembranzas de un tiempo pasado mejor en el que hombres y mujeres cohabitaban y sobrevivían gracias a la energía del líquido transparente. Como véis, sólo queda la arquitectura popular que ahora nos trasmite los estilos de vida precedentes en silencio y templanza como si se tratase de un animal malherido y abandonado en el camino … Y a veces, entre grieta y grieta, alguna cascada desamparada sin compañía por determinar...

Ahora, un castaño sin chiquillos imprudentes agarrados a sus ramas, nos observa al pasar a su vera como un solitario ermitaño que no puede dejar la tierra que le vio crecer…

A lo lejos se divisa la urbe, aislada. El murmullo de voces, cantos y risas remotas ya no existe. Sólo se escucha un sosiego entre una escasez de berridos y cacareos de animales pobladores, y silbos de árboles balanceándose una y otra vez entre la armonía del viento…

Una larga carretera entre grises peñascales, y alguna humilde pradera donde pacen negros toros, zarzas, malezas,jarales. Está la tierra mojada por las gotas del rocío, y la alameda dorada, hacia la curva del río.

Tras los montes de violeta quebrado el primer albor: a la espalda la escopeta, entre sus galgos agudos, caminando un cazador. Amanecer de otoño, de Antonio machado

Fuentes:

Poema: http://www.poemas-del-alma.com/antonio-machado.htm

Relato e fotgrafías sin filtro de la autora.

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